Existe un vínculo entre el diseño, la creación artística y la ecología.
Hace un tiempo formé parte de una iniciativa que me permitió explorar y valorar aún más el papel activo que podemos asumir frente a los desafíos ecosociales que enfrentamos. Con la colaboración interdisciplinaria de artistas, profesionales y expertos en diversas áreas, realizamos diferentes actividades para reflexionar sobre la empatía y la conexión del ser humano con la vida, nuestro entorno y la naturaleza.
La artesanía tiene la capacidad única de poner en valor el trabajo comunitario y el uso de materiales nobles. Con esto en mente, nos propusimos dar a conocer la rica cultura del esparto. A lo largo del camino, no solo aprendimos, sino que también compartimos las técnicas tradicionales de recolección, preparación, tejido y cosido de este material tan especial. Este proceso nos permitió tejer, literalmente, una conexión entre la cultura, el arte y el valioso patrimonio inmaterial que nos rodea.
Para enriquecer esta experiencia, combinamos la práctica del esparto con la cerámica, realizando talleres en espacios comunitarios y creando piezas únicas con el torno de alfarería, integrando técnicas de cuerda y cosido con esparto.
En este proyecto, el rol del artista se transformó en el de un mediador empático, trabajando codo a codo con artesanos, artistas y la comunidad.
Creo firmemente que el valor de las piezas creadas va más allá de su decoración, utilidad o estética. Se encuentra también en cómo logramos entrelazar el arte contemporáneo con los oficios tradicionales, creando un puente entre el diseño, la ecología y la herencia cultural que todos compartimos.
Puedes conocer todas las intervenciones que se llevaron a cabo en este maravilloso proyecto y consultar la publicación en este link: Empatia por la naturaleza