Crear es inventar posibilidades, cambiar de rumbo, mirar las cosas con asombro, curiosidad y atención. Empleamos la creatividad más a menudo de lo que pensamos; cuando buscamos alternativas a una situación difícil, también cuando imaginamos, cocinamos, paseamos y disfrutamos estamos empleando la energía y fuerza interior que despierta nuestra creatividad.
Muchas personas comentan que tienen dificultades o bloqueos que le impiden conectar con su creatividad, sienten vergüenza o prejuicios sobre uno mismo o sobre el resultado de su trabajo. Cuando la relacionamos en su forma artística la idealizamos pensando que necesitamos un don especial, una musa que nos inspire o un talento que nos conceden al nacer..
Sin embargo, son muchos los artistas que también han sentido esta sensación, pasando por momentos de fracaso y malestar en su carrera.
Personalmente creo que el mayor impedimento para crear es la sensación de que uno no puede hacerlo.
Para alentar nuestra creatividad es importante encontrar momentos para volver a jugar: estrujar una esponja con colores, amasar el barro, cantar, garabatear sin parar, desplegar nuestras emociones escuchando o bailando una canción, conectando con aquello que nos haga disfrutar y sobre todo encontrando un estado de ánimo que nos permita el reencuentro con nuestra potencia creativa.
Aquí un link sobre el maravilloso encuentro con la creatividad:
https://www.ted.com/talks/julie_burstein_4_lessons_in_creativity?language=es – t-78938